Montañas

Llegué a mi hogar... Por fín, tenía ganas de volver y recostarme un poco sobre las montañas. Me decidí tumbar en la montaña, encima de muchas rocas ásperas, un lugar incómodo para cualquier persona que no fuese dragón.

Llegué a las extrañas montañas. Me había abrigado demaciado. Estaba aquí porque quería encontrarme con el chico dragón, después de todo debía agradecerle que me salvara la vida.
Caminé bastante hasta encontrar una figura a lo lejos, decidí acercarme lentamente.

-Liam?- pregunté esperando que fuera él

Mi agudo oído hizo que abriese los ojos del tirón y me girase soltando un agudo y fuerte rugido, estas montañas resistían... Otras montañas caerían abajo con mi rugido. Pensé que sería un Shek o un cazador de dragones, que también habían ultimamente. Pero ví que solo era la humana...

-Oh hola- dije muy tímidamente al comporbar que era él, en el fondo me invadía el miedo y me iba quedando sin palabras.

-Yo...yoo...estaba buscandote para...agradecerte- tragué saliva y respiré hondo -para agradecer que me salvaras hoy- dije con voz temerosa y algo débil

Poco a poco volví a mi forma humana, escalando unas rocas llegué a plantarme a su lado. No quería verla muerta, ya que ví que ella y la otra impertinente eran amigas, niego con la cabeza levemente.

-No tienes porque agradecerme nada, cualquier persona hubiese echo lo mismo, nadie te hubiese dejado morir en el riachuelo... Además, mancharías la agua pura que transcurre el bosque de punta a punta...-Digo buscando una escusa cualquiera. Aunque en mucha parte, era por eso, y por algo de sentido comun.

El chico parecía "amable" en su extraña manera de ser. Aún así seguía sin comprender porque reaccionó así contra Yia, acaso no puede controlar sus impulsos?

-Igual sentía que era lo correcto agradecerte- dije observando sus grises ojos -este es tu hogar verdad?- pregunté dando una mirada general al lugar

-Sí... En lo alto está mi cueva, donde me crié con todos mis antiguos congéneres dragones...-Murmuro cruzándome de brazos, recordando... Más de 1500 años de vida en este lugar, siempre, siempre estaba igual, nunca dejaría que nadie manchase o destruyese este lugar con vida...

Miré hacia arriba como intentando alcanzar la cueva con mi mirada, pero me resultaba imposible, estaba muy alto esa cueva.

-Wow!- dije tratando de mostrarme sorprendida -y te gusta vivir allí?- sentía curiosidad por el chico dragón

-Claro que sí, se está muy bien, tiene una buena temperatura. No creo que puedas aguantarlo... Está en la cima de un volcán. Luego dentro de la cueva tiene muchos túneles, y diferentes hogares para dragones, además viven muchas familias... O al menos vivían...-Creo que me estaba emocionando demasiado imaginandome de nuevo a mi amada jugueteando con nuestros niños en la cueva... Volví a mi intensa frialdad de nuevo al poco.

Me pareció extraño escucharlo hablar de su hogar, era como que lo hiciera en otro tono, en un tono mas...humano.
-Se nota que te gusta- le dije con una gran sonrisa en mi rostro y me acerqué a él

Noté su expresion de frialdad nuevamente por lo que no me quise acercar más, no quería arriesgarme ya que ne el fondo seguía sintiendo algo de temor

-Si no creo que soporte la temperatura. Aún así lo puedo imaginar- dije mirandole a los ojos

-Ahora no creo que haya mucha más gente exceptuando a la dragona que vimos el otro día... Por cierto, ¿Cómo esta Yiat?-Le pregunto a la humana, seguro que seguiría molesta conmigo por hundir mi frío hierro en su hombro, eso le pasaba por desafiar a un dragón.

Recordé haber visto a YIa. -la ví en la enfermería mas temprano hoy, al parecer se estaba curando pero le dolía mucho el hombro. Luego decidió irse a descansar.-
Le comenté al chico

Quedé pensando unos segundos, no sabía si preguntarle o no ya que tenía miedo. Pero al final lo largué -no crees que te pasaste un poquito con la lastimadura en su hombro?- le pregunté en un tono sugerente y no de réplica, despues de todo ya había hecho la lastimadura en Yia.

Negué con la cabeza, eso le pasaba por chula...

-Eso le pasa por hablar de ese modo a un ser mil veces superior a ella, y luego vacilarme diciéndome que la matase... ¿No crees que le hice un favor al dejarla vivir? Creo que si hubiese cedido a sus súplicas hubiese manchado el suelo de ese bello lugar con su sangre sucia...-Digo negando con la cabeza, otra vez.

-Pensé que los dragones y los feericos se llevaban...bien- dije algo bajito y me senté ne las rocas sin notar que había ensuciado mi ropa

-puedo decirte algo que veo en tí? No es una critica es solo lo que veo en tí- dije queriendo decirle lo que pensaba. En algún momento lo iba a tener que contar. Explicar porqe su constante mal humor!

-Mide bien tus palabras, humana. Si no quieres acabar como la hospitalizada...-Le respondo mirándola a los ojos con frialdad, esperando a que hablase, a que dijese lo que tenía que decir. Que seguro que me importaría un bledo...

Traté de no hacer caso a sus palabras. Empezé a temblar de nervios y miedo, una mezcla que me hacía torpe y vulnerable.

-Veo que tienes muchas cosas que soportar tu solo y que tienes muchas cosas guardadas dentro tuyo y hasta que no sientas que te liberas de ellas seguirás teniendo esa mirada de frialdad en tu rostro-

Dije con la voz lo mas dulce y clara posible, mi temblor no cesó y estaba preparandome para soportar cualquier dolor posible.

-¿Acaso cargarás con mil décadas de peso bajo tus espaldas, por mí?-Digo, sin saber como mirarla, con asco, o odio. Una humana, diciendome como soy... ¿Como debo desahogarme? He sido así durante más de mil años y nadie, ni nada cambiaría mi forma de ser, JAMÁS.

-Me haré fuerte para poder cargarlas- dije con vos seria pero sin pensar. Que habia dicho y porque?? Dios estoy loca y acabo de firmar mi sentencia de muerte

-Perdon no hablaré mas del tema- dije rápidamente aunque probablemente ya era demaciado tarde. Cerré mis ojos y los apreté fuerte esperando el dolor . Solo deseaba que si iba a acabar conmigo que lo hiciera rápido.

-Grr.. Estúpidas razas inferiores... ¿¡Se creen que podeis cargar con más de mil años de dolor y sufrimiento de un dragón así porque sí!?-Digo mirandola con asco, a Yiat le hundí la espada en el hombro, pero a esta le iba a cortar la lengua a este paso, no sabía de que hablaba, y hablaba sin pensar, cosa que odiaba y más como lo está haciendo ahora...

Miro a la humana, estaba realmente asustada, aunque no lo veía extraño. Por su bien debía mostrar temor y no ser tan vacilona como la feérica Yiat... Por su bien...

-Anda... Levanta del suelo...-Murmuro con un suspiro pesado mientras miraba el gran mar que cubría estas montañas, aun teniendo agua fresca, este lugar era bastante cálido.

Escuché una voz y empezé a delirar...acaso esa voz era mi Dios? xD El punto es que me levanté y me encontré cerca del chico dragón.

-Sigo viva?- pregunté confusa tocandome el cuerpo para asegurarme de estar "entera"