El mirador

Llegué en mi forma dragónica, observando a la muchacha de antes con mi vista, pese a estar a mucha distancia, mis ojos podían ver mucho mejor que los de cualquier elfo. Los dragones somos una, por no decir la mejor, de las razas que existían en este lugar. Aunque yo mundo he visitado, y ninguna otra persona antes a llegado a derrotarme. En pleno vuelo dejé mi forma dragónica para volver a la humana, gracias a la velocidad y la poca altura que llevaba, pude dar una voltereta sobre el tejado al entrar en contacto con el suelo, para lastimarme lo mínimo posible, me colgué de lo alto del mirador y con un hábil y agil salto logré meterme dentro de la torre, un modo raro de entrar, pero divertido.

-Siempre que tengo prisa, o quiero explorar el reino en busca de algo. Vuelo, es el modo más rápido y inteligente de moverte por estos lugares...-Digo mientras me decidí pasear lentamente por el lugar, desde aquí se podía mirar casi todo el reino de Idhun.

-Claro que sí. Solo que no viven en Idhun, les dije que se fuesen. Esto en su época pasada no podían habitar gente débil... Hice que mis padres se largasen y mis hermanos pequeños también.-Le dije mirándola fijamente con cara seria, cosa que nunca se apartaba de él; su dura y estricta seriedad. Verle sonreír sería una especie de milagro. Al poco noté como una nueva pero débil presencia se acercaba por el lugar, giré sobre mis pies para hacerle una reverencia.

Veo como Yiat se empana, bueno. Me giré de nuevo a la recién llegada mientras la miraba con sus blanquecinos ojos, más que blancos, grisáceos tirando a blanco.

-Liam M. Danyer, hijo de una noble y poderosa familia de dragones... Encantado-Digo volviendo a hacer mi típica reverencia, una educación excelente en un chico que tenía 17 años, ni uno más, ni uno menos. Y, a mi joven edad, uno de los dragones más fuertes del mundo.

-Mucho gusto Liam- sonreí ante su presentación, solía tener una sonrisa llamativa. Por otro lado suspiré, yo era la chica humana y el el poderoso dragón.

-Yo soy...humana- me encogí de hombros

-Encantado de conocerla. Luz la humana...-No era por echárselo en cara ni nada, simplemente era para que entrase más facil en mi cabeza su nombre, y el tipo de raza que era, y clasificarla también. Puesto que no quería ninguna relación con un Shek, es más. Que tiemblen y me esperen, no saldrán con vida de este reino tras matar tanta gente inocente por culpa de su dios. Nunca perdonaría la vida de ningún Shek aunque fuese en contra de su voluntad... Jamás.

Observé los ojos del chico, los cuales me llamaron la antención por ser tan claros. No podía definir un color exacto, pero nunca había visto unos ojos así.
Miré un poco por el ventanal

-Este lugar es...enorme!- exclamé sabiendo que me perdería en cualquier momento
-Hace mucho que llegaste al colegio? yo soy nueva-

-¿Yo? Bromearás... Llevo varios muchos años antes de que se iniciase la guerra de los siete dioses...-Digo mientras seguía la mirada de la chica, observando como miraba el exterior. Si te dijese yo como era este lugar antes de la guerra... Cerré lentamente los ojos, como si estubiese pensativo.

-Wow!- exclamé asombrada y luego le miré a los ojos que se eencontraban cerrados.

-Que se siente ser un dragón? Es lindo...volar?- pregunté con gran curiosidad, nunca había hablado con otros seres que no sean humanos. Mi familia me tenían prohibido acercarme hasta que bueno...me escapé de casa

-Lo és, hasta que te acostumbras a volar... Luego pierde la gracia como cuando era un crío y tenía que aprender con mis tíos y mi padre... Ellos me enseñaron a volar, no podía hacerlo por mi cuenta...-Murmuro a la chica mientras daba unos pequeños pasos hasta pararme a su lado mirando mucho más allá de lo que ella podría ver con sus ojos humanos. El hogar de mi especie; Awinor. Luego miré el cielo un instante, dándole gracias a Aldun... Por brindarme mis poderes, mucho más fuerte que cualquiera de las razas que habitaban este lugar.

-No tienes porque disculparte. No pasa nada, si quieres, podría responderte esa pregunta, aunque, pensándolo mejor. ¿Parece un poco estúpido responder a ello, no crees?-Le dije mientras mis manos se depositaban lentamente, recorriendo un poco de su cintura, hasta llegar a los bolsillos de mis pantalones, entrecerrando suavemente los ojos mirando el desierto ahora mismo, aunque eso también lo podría ver ella fijándose un poquito.

-No es lo que más me guste pero... No creo que puedas soportar allá más de media tarde... Los humanos no podéis resistir altas temperaturas durante mucho tiempo-Murmuro mirándola para luego volver a mirar el desierto, lugar donde me encontré a Yiatxa, que estaba aquí mismo solo que... En estado de trance.

Me giré al oír una voz femenina, sería de la pequeña Yun que había salido de su trance. Negué con la cabeza al oírla, no, no se perdió nada de nada. Esto era peor que aburrido...

Escucho a la chica
- Ser humano no está tan mal.-sonrío.- No seas racista con tu propia especie...

Luego me quedo observándola
- Oye, me suenas de algo.

Miro a Liam al ver que negaba con la cabeza
- Aw quiero hacer algo interesante

FDR: mi chica ahora es feerica Liam xD