La Fuente

-Te voy a arrancar la lengua y... Y...-Empiezo a gruñir con cada vez más ira en mi tono de voz, cada vez gruñendo con más potencia, la mataría... Lo juro, la voy a matar..

Alzo la mirada hacia ella con un odio contenido gigante, intenté arrancar las cuerdas, y si hacía falta arrancaría incluso el árbol, el árbol se movía violentamente cada vez que hacía una sacudida, por dios, que se preparase, hoy iba a morir.

-Tranquilo me voy a quedar yo cuando te mate...-Digo empezando a reírme sádicamente, me había tocado bien los huevos, espero que haya rezado a su insignificante dios... Hoy moriría una Feérica. Logré arrancar el árbol de cuajo y miré a Yiat, sonriendo sádicamente.

Partí las cuerdas, un espectáculo para los visitantes de este lugar, que no eran pocos... Reventé las cuerads y el árbol y la miré con mucho odio, corriendo como una perra... No sobreviviría a hoy. Empecé a correr dando veloces y rápidas zancadas para cogerla.

Seguí corriendo, manteniendo la persecución, si quería en un instante la cogería, pero quería mantener un rato más esto, así sería más interesante lo que quería hacer... Apartaba de un golpe a la gente mandándola unos metros más lejos de su posición.

-¡Qué te pasa! ¡¿No puedes correr más?!-Digo mientras estaba peligrosamente casi detrás de ella, no me tenía porque preocupar por ello, sabía de sobra que la iba a coger, si no, me transformaba en dragón y la agarraría con mis garras.

No podía correr más, se le veía en cualquier lugar, la agarré de la cintura y me transformé en dragón, y me marché con Yiat entre mis garras.