La Fuente

Este hermoso lugar es una fuente. Cada cierto tiempo las aguas se alborotan formando un espectáculo acuático

Llego a lo que es el reino humano, habían varias personas ahí observando el agua, varias parejas, entonces al poco se me quedaron mirando al ver un dragón en el cielo y al poco aterrizar al lugar con la huamana al lomo

El dragón pizó tierra en Nanetten, me dejé deslizar por su lomo para bajar de él y sentarme en uno de los asientos de la fuente. Volar era hermoso pero por alguna razón hizo que mi cuerpo se cansara.

-gr..gracias- dije muy tímidamente, no sabía como hablarle al chico dragón.
-Bienvenido a Nanetten-

-Conozco este lugar mejor que tú misma. No tienes porque ''presentarme'' el lugar-Murmuro mientras volvía a mi forma humana y echaba mi cabellera blanca hacia atrás mirando el gran lago que había en la mitad del lugar.

-Aún así soy la princesa de este reino y debo darte la bienvenida- digo en un tono amable y miro a la fuente. Sabía que faltaban solo unos minutos para que las aguas hicieran una función hermosa.

-volar es...hermoso!- le dije muy entusiasmada y agradecida por haberme hecho sentir esa sensación

-Me alegro... Que te haya gustado-Murmuro oyendo qeu era la princesa. ¿Hablaba enserio? Hace mucho una de las antiguas reinas de este lugar subió al trono a los 20 y pocos años y me pidió matrimonio, estaba claro que yo no acepté... No iba a serle infiel a mi amada.

Le dediqué una gran sonrisa, sin esperar que me la devolviera, después de todo que este chico sonriera sería un milagro. Me gustaría saber que era lo que pasaba por la mente del chico, que lo hace tan frio? Me sentía muy curiosa pero no perguntaría nada.

-en unos minutos comenzará el show de la fuente, ya lo has visto antes?- yo solo había recibido información sobre lo hermosa que era el agua cuando se alborotaba, creaba como dibujos de chorros de agua. Quizá él podía darme algún adelanto.

-Si no a cambiado durante todos estos años... Sí la he visto...-Murmuro mirando el agua, la fuente... Todo el lugar en general, era un lugar artificial, echo por los humanos, pero era un sitio muy bello, eso hay que decirlo. Pero no hay nada mejor como el bosque de los feéricos, eso sí era un bellísimo lugar donde disfrutar de la paz era lo mejor que había...

-Ok - respondí y sonreí para mirar a la fuente -ya es hora- dije en voz baja.

El agua se empezó a alborotar, de la fuente salian grandes chorros que formaban figuras y se coloreaban debido al reflejo del sol. Era algo increíble. Mis ojos se abrieron grandes y me gustaba mucho lo que veía.

-Es tan lindo!- dije sin apartar mi vista del agua, aunque noté un segundo que una pareja de humanos muy enamorados se besaban mientras las aguas brindaban un espectáculo.

Puse detrás de mi oreja el flequillo blanquecino de mi cabello mirando el espectáculo que nos brindaba el lugar, lanzando chorros al aire y haciendo figuras en el aire. Me dejé caer de culo en el césped artificial y me recosté sobre el suelo colocando mis manos en la nuca, cerrando lentamente los ojos, intentando descansar un poco mientras oía el relajante sonido del agua.

Estaba totalmente distraída mirando las aguas cuando decidí caminar un poco habiéndome olvidado del chico dragón y sin notar que se había tumbado en el suelo.

Me acerqué a la fuente y mojé un poco mis manos, luego de unos minutos la función terminó. Sonreí y recordé al chico.

-Es como...antes?- ya no le veía, se había movido de su lugar? no, estaba en el pasto. Me acerqué un poco pero noté que sus ojos estaban cerrados. Me arrodillé a su lado pero guardando una distancia prudente y sin tocarle susurré: -que descanses-

Por alguna razón pasaba de temerle a no temerle en segundos a este chico.

Abrí lentamente el ojo en el que la chica parecía hablarme y no me equivoqué; estaba a mi lado, arodillada frente a mí. ¿No se supone que una princesa esta siempre encerrada en su castillo? Chasqueo la lengua al pensar en estas cosas y suspiro levemente cerrando de nuevo el ojo y asentí levemente con la cabeza, solo me hizo falta ver el principio del espectáculo para saber o no si era como siempre, y sí... Era como siempra nada nuevo, estos lugares nunca ofrecían nada nuevo, aunque sí bellos paisajes...

Así dormido se veía tan ...humano! Por que no era siempre asi? xD Igual no tiene lógica que se pase siempre durmiendo pero así se veía cono un chico bueno, simplemente durmiendo y descansando.

Una sonrisa apareció en mi cara al verle así. Me paré de allí y no me laejé demaciado, a unos dos metros de él me recosté yo en el pasto mirando el cielo. Al fin encontraba una linda razón por la cual estar aquí, al fin sentía la paz que estaba buscando.

Poco a poco me fuí durmiendo en el pasto quedando allí tirada

Demasiada tranquilidad... Demasiada para la humana cotilla. Me incorporé levemente y me giré a la humana, observando que se había dormido. Me quedé ahí a su lado, por si acaso alguien decidía hacerle algo.

Siempre cuando dormía tenía una vieja costumbre de alargar mis brazos hasta encontrar algo de que aferrarme. Mis padres me dijeron que probablemente sea de cuando mi hermano mellizo y yo crecíamos juntos en la panza de mama.

Estaba soñando algo super lindo, me imaginaba volando nuevamente, sientiendo como las nubes parecían rozar mi rostro.

Mis brazos se estiraron tocando el pasto

Veo que la chica enrealidad está despierta así que decidí tumbarme en el suelo boca abajo cenrrado los ojos de nuevo disfrutando del silencio de este lugar.

Seguía soñando y estiré más mis brazos haciendo que mi cuerpo girara hacercandose más al chico. Yo dormía sin saber que me estaba moviendo sobre el pasto.

Luego de unos minutos despierto algo ajitada, soñe que me caída de la nube sobre la cual volaba. Despiero respirando muy fuerte y sosteniendome del pasto. Me tranquilizé al darme cuenta que todo era un sueño y al lado mio se encontraba el chico dragón

Mantube mis ojos cerrados, pues... Parecía que el sonido de los gritos y agonías de mi pasado no resonaban por mi cabeza en estos momentos... Quizás podría dormir tras tantísimo tiempo sin poder dormir...

El chico dragón estaba dormido, me apoyé en mis antebrazos y de a ratitos lo miraba, era lindo verlo dormir. Era lindo ver el cambio de su forma dragón a su forma casi humana.

Ordené a uno de los humanos que me traiga algo de comida. A los minutos una fuente de frutas apareció para mí, les dí una fruta a cada uno de los humanos allí presentes y luego me senté a comer uvas, sin dejar de ijear al chico cada tanto.

Seguí plácidamente dormido hasta que me terminé despertando, levantando suavemente los párpados, observando a la humana, ¿Aún seguía aquí? Poco a poco los volví a cerrar, a ver si podía dormir un rato más, pues seguía un poco cansado, pero bastante bien tras poder dormir un rato después de tantísimo tiempo de insomnio.

Abrí los ojos de nuevo al oírla, bostecé levemente poniendo mi mano en la boca incorporándome, agarrando una manzana roja mirándola, dándole al poco un bocado mirando el cielo nocturno

-la fruta prohibida- bromié al ver que tomaba una manzana. Yo seguí comiendo mis uvas mirando el agua caer de la fuente. Ya había oscurecido y el cielo se estrelló.
Era inevitable mirar las luces que habían en el cielo adornándolo.

-Conoces las contelaciones?-

-La mayoría... ¿Por qué lo preguntas? ¿Nunca os han dicho que los humanos preguntais demasiado? Supongo que es algo común en vuestra raza...-Murmuro mientras le daba otro bocado a la manzana sin dejar de mirar el cielo.

-No creo que sea una característica general de los humanos, creo que es más bien algo mio...- suspiré

-Supongo que hablo mucho porque intento conocer a las personas, a veces me siento sola y pues me siento menos sola si tengo a alguien con quien hablar- dije mirando al cielo