La sala circular

-Ok te desafío a eso!- dí una vuelta y sonreí, me gustaba ver que su cara de pocos ánimos había cambiado. Comenzamos a bailar muy rápido casi sin sentido. Cuando escuché que la canción estaba por terminar estiré su brazo y me enredé en él girando, llegando a quedar muy cerca de su cuerpo.

Le miré a los ojos notando por primera vez el color claro de los mismos.

Luego del baile noté de nuevo su cara de indiferencia. Comenzé a tomar distancia de él caminando hacia atrás -sii ha sido...divertido- dije llevando una de mis manos a mi nuca y sin parar de caminar.

Como no veía lo que pisaba choqué con un sofá y me caí sobre él quedando sentada algo incómoda. Comenzé a reir y a pensar que soy lo mas tonto del mundo por haberme puesto nerviosa por su mirada.

Escuché al chico shek y me senté correctamente para mirarle. Que pregunta mas extraña! No me la esperaba para nada, no entedía a qué venía pero aún así la contesté con mi mejor cara.

-Miedo? y por qué habría de tenerlo?...es decir ¿qué es lo pero que me puede pasar?...morir? entonces, ¿tiene sentido temerle a la muerte cuando siendo una humana sé que ese momento va a llegar y no puedo evitarlo? Yo no lo creo..-

-Pues... debo admitir que he tenido miedo en situaciones límites al dolor. Pero he sacado la conclusión de que si sigo viva es porque pude salir adelante de esos momentos. Es solo cuestión de proponerselo-

Me levanté acercandome un poco a él mirando a través de las paredes de cristal

Me giré para mirarle -Porque si me matas, por más lento que lo hagas lo único que harás es quitar todo posible futuro sufrimiento de mí. Sería incluso un...alivio y no le temo a eso.- le miré fijo a sus ojos

-Pero me gustaría arriesgarme un poco más antes de morir, he ahí lo divertido de vivir- sonreí

Le miré con mis ojos llenos de lágrimas -Y por qué quieres que tenga cuidado? Por qué no simplemente me matas y acabas con esto?- dije queriendo secar mis ojos con una de mis manos

-Dios! odio este lugar! me siento tan sola aquí- susurré muy bajito, probablemente el chico ya se había aburrido de mí o casi que me odiaba. Genial! otra vez la tonta humana poniendo sus sentimientos por delante.

Le miré y mis ojos parecían haberse calmado -Como princesa no puedo relacionarme normalmente con los otros humanos, casi ni tengo contacto con ellos. Escapé de la cárcel en la que mis padres me tenían encerrada para venir hasta aquí y ser...felíz y mira ahora...estoy casi en una pesadilla-

Por un momento pensé en que el chico shek era más amigable de lo que parecía. Pero aún no estaba segura, fué él el que dijo que no confiara tan fácil y ahora estaba cerca mio hablandome con tranquilidad...Aún así, decidí arriesgarme a confiar un poquitín y por eso le conté lo de mi escapada.

-Gracias- susurré ya mas calmada pero con ganas de salir de allí. Le dí un beso en la mejilla -debo irme, espero verte pronto- dije sin atreverme a mirarle a los ojos para luego lentamente salir de allí muy pensativa.