Mar de Raden

Llego andando con la empuñadura de mi espada en mano, el otro dia por culpa del shek golpee una roca y queria estar bien seguro de si no le habia pasado nada, ya que la reparacion me costaria muchisimo esfuerzo.

-El otro dia, osea, ayer. Con el shek, golpee la piedra. Quiero estar seguro del todo que esta perfecta. No me gustaria luchar contra alguien con una espada medio rota... Y que se me rompa en medio del combate-Digo, como si nada, la paz me importaba un bledo, y ayer mismo lo demostre.

-No, pero tu toca el filo, el minimo contacto puede cortarte... La mantengo afilada siempre. Le dedico una hora en el afilado mas o menos...-Murmuro suavemente, observando que el filo seguia intacto, de suerte.

-¿Es que no has oido hablar de la guerra? Cuando naci estabamos en guerra... Yiat. Un dragon es todo lo contrario a un shek, aunque tu digas que yo deberia de ser un shek... :rollingeyes: He estado luchando mas de 1400 años...-Murmuro suavemente, esperando que fuese respuesta suficiente para Yiatxia.

-Mataron a toda mi familia... A mis amigos, a mi esposa y mis hijos...-Murmuro suavemente mientras miraba por ultima vez el filo de la espada y suspiraba suavemente aguardando esta dentro de la funda.

-No tienes porque perocuparte... Al menos ya sabes porque odio tanto a los sheks... Si no hubiesen echo nada a ninguna persona cercana a mi, quizas mi instinto asesino no estaria tan avanzado... Pero ya es demasiado tarde, veo un shek y me entran ganas de matarlo. Y nadie va a poder evitar que haga eso la proxima vez que vea uno... Ademas, aqui donde ves esta espada a aguantando cientas de batallas junto a mi, arrasando con los sheks...-Murmuro suavemente dando unos suaves golpecitos a la empuñadura.

-¿A que viene eso, Yiat?-Murmuro girandome hacia ella, extrañado por lo que ella dijo. ¿A que demonios viene este comentario fuera de turno?

-No pasa nada, supongo... Tampoco es que me haya importado mucho y tal...-Murmuro encogiendome de hombros mientras me sentaba en el suelo cerrando los ojos, terminando por tumbarme y colocar mis manos en la nuca.

-Hablar conmigo es algo complicado, más que nada por tal y como soy... Y tú, Yiat. Lo sabes bien de sobra...-Murmuro soltando un leve suspiro.

-Pues este dragón sanguinario y sádico no va a cambiar. No pienso cambiar por y para nada Yiatxia...-Murmuro suavemente rodando los ojos, estaba más que obsesionada en hacerme cambiar.

Llegué al mar de Raden, luego de la charla con Christian estaba algo confusa y pensativa. El olor del agua de mar era hermoso y quizá me ayudara a sentirme mejor.

Para mi sorpresa cuando llego al lugar veo a dos figuras a lo lejos pero no me acerqué, solo me mantuve allí pensativa

Suspiro levemente al ver como Yiat se empana y me levanté la mano hasta la frente negando suavemente con la cabeza, esta tía no tiene remedio, definitivamente. Me levanté del suelo estirándome un poco, creo que va siendo hora de largarme del lugar.