Cordillera Cambiante

-¿Te he parecido... Muy violento?-Murmuro, pues no me habia puesto nada serio en esta mini-batalla que acabamos de mantener el shek y yo, quizas se sintiese con pocas ganas de luchar o algo y se haya ido, porque yo creo que no hay paz entre shek y dragones, siempre han habido peleas, ¿Por que no seguir manteniendolas?

-Esta vez no me he controlado porque a ese Shek no lo conocia... En cambio, yo y mi grupo de dragones hicimos que destronasen a Zissel de su reinado, convirtiendola en una shek mas del grupo... Ademas, si te das cuenta, si llego a tocarlo con la espada le hubiese arrancado el brazo y hubiese rasgado parte de su torso-Murmuro suavemente mientras me sentaba en una roca.

-Nadie, ¿Pero quien te dice que no vaya a luchar hasta la muerte para hacerlo?-Murmuro girandome a ella y sacandole la lengua, la puntilla de la lengua para ser mas exactos suspirando levemente.

-Puede que entonces vea a mi familia... No esta aqui en la tierra, se los cargaron los sheks... Por eso les tengo tanto odio.-Murmuro con otr leve suspiro escapando de mis labios.

-No lo se, Yiat... Sera mejor que no le de mas vueltas. Yo naci para esto; matar sheks... Exterminar su raza. Si no los dioses no me mandarian aquel unicornio...-Murmuro suspirando notando como se aferraba a mi brazo, no dije nada ni hice un solo movimiento al notarlo.

Negue con la cabeza, esta chica no tiene remedio ¿Para que sirve estar alegre? Yo creo que para nada la verdad... Nunca encontraria el porque de estas cosas tan simples, pero complejas para mi. Suspire de nuevo marchandome del lugar en mi forma humana, me apetecia estirar las piernas.