El anillo de hielo

Nos encontramos en el hogar de los gigantes en medio de unas grandes montañas cubiertas con hielo.

Llego al anillo de hielo, uno de los más bellos lugares de Idhun y me transformé en humano de nuevo, en el principio del camino. Empecé a andar lentamente, auque el hielo a unos cortos centímetros de mí, cuando pasaba se derretía.

Seguí explorando, aunque este lugar me lo sabía como la palma de mi mano, mantuve mi marcha firme subiendo poco a poco los primeros senderos de esta montaña. Para subir esto tardé unos dos días bien largos...

Alcé la mirada al oír un ruído, era Yiat. No le iba a hacer ni caso, no sería la primera vez que lo hago. Seguí andando lentamente paseando por el lugar, menos mal que yo era un dragón y no podía tener calor... Al menos en este lugar no.

Seguí andando a paso lento mientras miraba hacia el vacío estaba ya bastante alto... Cerré lentamente los ojos andando a paso un poco más rápido cada vez.

Me acerqué a una pared y me senté apoyándome aquí, tumbándome en la roca y entrecerrando lentamente los ojos termino durmiéndome. Soñé que... Mi padre, mi madre... Desperté levantándome de golpe, jadeando un poco, sudando incluso... Coloqué mi mano en la frente, secándome la sudor y cuando recobré la respiración me alcé del suelo, me había dormido en la montaña y llevaba aquí varios días... Me transformé en dragón y alcé el vuelo saliendo del lugar, rugiendo como una fiera.